como un san antonio embalsamado
sobre el alféizar:
la gota
en el vidrio.
No hará un sólo movimiento en falso
a menos que cierres párpados,
acompasando
la caída guillotina
de tu cabeza.
Todavía sigo acá, Alegrís -si me permite Tabaré-
Todavía no desenredé la madeja blanca,
cien mil pliegues
de marchito pelo,
Aún-todavía-mientras desvelo
Y hoy recién es jueves.
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