La vida que ayer me dibujé
el dolor que afloró
la frustración que tragué
la felicidad que pedí
pero nunca esperé
me acostumbré
Nadie nunca supo
Vos tampoco
El beso que repetiría
la muerte que soñé
el llanto que enterré
y la mierda que acopié
la gran puta y el abismo
Ni siquiera la puñalada onírica
que entonces cloné
Treinta y ocho agujeros
y eso...eso no es nada
El abrazo que más extraño
El consejo que me tatué
El secreto mejor guardado
bajo millones y millones
de púas de estaño y trampas
que de alguna me defiendan
Soldados psíquicos
Campo minado al azar
El cuerpo que merezco
y los borradores del melodrama
de un alma revolucionaria
que a nadie venció
Nadie nunca supo
Vos tampoco
Y eso un día me va a matar
-Otro esclavo buscando el descanso-.
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