Un Re sostenido es
un Mi bemol.
Y es la nota de sal
que quema la herida
de una garganta gris
envuelta en perlas.
Un disfraz de velcro
y falsa monotonía,
suponiendo fragilidad
donde el vientre es acero.
Mujer. Amante. Gorrión.
Lejos de Piaf y cerca de
le Carrousel d´Amour
de las gárgolas parisinas.
Los ojos. Los tuyos.
Tan grisverdes y quietos,
más que ternura tienen.
Quién te viera…
Envejecemos como un vino
porque así lo manda
tu gen más galo.
Nadar en verte así.
La locura es, entonces,
otro punto de vista.
Mateo sabía. No sabemos
cómo pero sabía.
Ah, licor de despedidas.
Nunca cumplís tu promesa
de desaparecer en noches de vidrio.
Mejor me voy.
Je suis sans toi
Avec toi
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